René Petit, ingeniero del football.

Real Unión, campeón 1924.Se entiende por ingeniería toda aplicación de las ciencias físicas, químicas y matemáticas; de la técnica industrial y en general, del ingenio humano, a la utilización e invención sobre la materia.
Una de sus especialidades es la ingeniería de caminos que titula y habilita para la gestión, dirección y  redacción de proyectos y obras de carreteras, puentes, canales, puertos, presas… Sus funciones son por tanto muy variadas y de gran responsabilidad, pues de ellos depende tanto la correcta ejecución de las obras como el mantenimiento posterior de ellas.
Teniendo en cuenta los conceptos básicos de este campo profesional en los que interviene el ingenio humano, la invención sobre la materia, la dirección y gestión de proyectos, podemos perfilar con más precisión la figura de un ingeniero de caminos que ejerció su influencia creativa y profesional sobre el cuero de dudosa esfericidad que rodaba por los campos españoles de aquel football de antaño de los años diez.
René PetitUn futbolista que comenzaba a forjar su leyenda de ingeniero futbolista: el español vasco/francés Renato Petit de Ory. Un jugador que dejó el Madrid para jugar en las filas del por entonces legendario Real Unión de Irún, un equipo que merece un hueco bastante importante en la memoria de nuestro fútbol, por lo que representó y por lo que consiguió en aquellos inicios.
Y es que recordar la figura de este jugador nacido en Dax (Francia) de padre galo y madre española es hacerlo de una época diametralmente distinta, años de los teams, del referee, del goal, de la meleé, de los equipiers, de un foot-ball distinto, con otro lenguaje, otro estilo, un foot-ball muy británico en el que algunos avanzados a su tiempo dejaban boquiabiertos a esos rudos stoppers acostumbrados a otro tipo de juego. Uno de esos genios fue Rene, un chico que estudió en el colegio madrileño del Pilar, que vivió su infancia a caballo entre España y Francia, pues su padre ejercía como ingeniero jefe de tráfico en la Compañía de los Caminos de Hierro del Norte de España (donde Rene se crió).
Nos dice su biografía que con 15 años se enroló en el Madrid CF, con su hermano Juan, que abandonó el fútbol tras ser herido de gravedad en la I Guerra Mundial. Y fue en las filas del Real Madrid donde comenzó a dejar su imborrable huella de maestro

Rene Petit fue pionero en España en esto del foot-ball e interpretó de otra manera este deporte, pese a que tenía condiciones para jugar como delantero lo hizo en el centro del campo la mayor parte de su carrera y desde esa posición ejerció su magisterio y comenzó a cambiar el foot-ball en España. Y es que Rene además de poseer un talento individual fuera de lo común en aquella época, fue precursor del football de pase, de combinación, de equipo, aquel del que os he hablado en otras ocasiones y que les enseñaron los escoceses a los ingleses, el “Passing game”.

Además de todo ello y tal como hemos apuntado poseía una calidad individual única, cuentan crónicas añejas del siglo pasado que en 1917, en la final del Campeonato de España contra el Arenas de Getxo, consiguió empatar el partido después de regatear a cuantos rivales le salieron al paso. Un partido que el Madrid tenía perdido, y que ganó finalmente con un tanto de Ricardo Álvarez en la prórroga. Unas acciones y un estilo que contribuyeron a que el Madrid alcanzara la final del Campeonato de España en dos ocasiones, en 1916 y 1917, conquistándolo en la última de ellas.
Bastaron únicamente 29 partidos para que este franco/español entrara en la leyenda del Real Madrid, y es que Rene solo jugó tres años en la capital de España puesto que en 1917 se marchó a la que consideraba su tierra: Irún, su pueblo y la ciudad fronteriza que dividía sus dos países, (España y Francia).
Lo que ahora se podría considerar como una decisión incomprensible en aquel entonces se consideró entendible puesto que el romanticismo aún regía los corazones y en este caso la cabeza de este ingeniero del football. De aquel fino y potente jugador que en la década de los diez, veinte e inicios de los treinta insufló su juego moderno a este deporte en España.
Rene lo hizo desde el mítico Real Unión de Irún, aquel que ganaba Campeonatos de España y que vivió su época dorada en los años veinte, un equipo en el que fue su máxima figura junto con otros como Patxi Gamborena, un ya veterano Patricio Arabolaza, Luis Regueiro, el portero Emery, Echeveste, etc. 

Un futbolista que dejó su sello primero en el campo de Amute y luego en aquel nuevo Stadium inaugurado en 1926. Y un equipo considerado el mejor equipo amateur de España, en el que llegó a jugar en la Primera División española conquistando tres Campeonatos de España más, dos de ellos ante su ex-equipo, el Madrid y el otro ante otro legendario conjunto de la época, como el Arenas de Getxo.
En definitiva aquí queda la historia de este futbolista que recorría media España en moto para seguir estudiando ingeniería en Madrid, donde todo comenzó y desde donde mucho antes de sacarse la carrera de ingeniería de caminos, comenzó a ejercer como tal en los terrenos de juego de un foot-ball que se sorprendió con el estilo de este genio al que luego bautizarían con el sobrenombre de “Di Stéfano de los años veinte”.
Fuentes:
http://www.elmundo.es/elmundodeporte/2008/10/30/futbol/1225361061.html
Mariano Jesús Camacho

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